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Una fractura ósea es una interrupción en la continuidad del hueso, generalmente causada por un traumatismo. En nuestra clínica, ofrecemos tratamientos avanzados y tecnología de punta para asegurar una recuperación rápida y efectiva, permitiéndote reincorporarte a tus actividades diarias sin retrasos.
Una fractura ósea es una ruptura en el hueso que a menudo requiere tratamiento quirúrgico. Estas lesiones son comunes, especialmente en la cadera, el tobillo y la pierna, con aproximadamente 6,8 millones de casos anuales. Las fracturas suelen ser causadas por impactos significativos, como accidentes o caídas, y la osteoporosis también contribuye a su aparición. Mientras algunas fracturas se curan con escayola, otras necesitan cirugía para una recuperación adecuada. Nuestros especialistas brindan información crucial sobre cuándo es necesaria la intervención quirúrgica.
Las fracturas óseas pueden variar en gravedad, desde una simple fisura hasta una rotura completa en varias partes. El tipo de fractura influye en las opciones de tratamiento. Las fracturas capilares o por estrés son pequeñas fisuras difíciles de detectar, mientras que las fracturas completas rompen el hueso en dos partes. Las fracturas abiertas implican que el hueso atraviesa la piel, y las fracturas conminutas significan que el hueso se ha fragmentado en múltiples piezas.
Una fractura ósea es evidente si el hueso sobresale a través de la piel, pero en otros casos, puede ser menos obvio. Los síntomas incluyen dolor intenso, hinchazón, moretones, dificultad para mover o soportar peso en la extremidad, y en algunos casos, deformidad o un ángulo anormal de la extremidad.
El objetivo del tratamiento de las fracturas es permitir que el hueso sane y se fusione de nuevo. A menudo, esto puede lograrse inmovilizando el hueso durante varios meses con la ayuda de una escayola y una férula. Cuanto más grave es la fractura, más probable es que se recomiende la cirugía.
Por ejemplo, una fractura abierta o conminuta requerirá una intervención quirúrgica para garantizar que el hueso vuelva a crecer por completo y soporte su peso con seguridad. La reparación quirúrgica implica el uso de varillas, tornillos o placas metálicas para fijar el hueso en su sitio o alinearlo mientras se cura.
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